Esta es una forma super simple de hacerlas, y también menos grasosa, porque no hay que freírlas ni hacerlas milanesa ni nada de eso. quedan buenísimas y se hacen rápido. bueno, no muy rápido pero nada descabellado.
primero se hierven unas 8 berenjenas en agua con sal. se las cuela y mientras se enfrían se hace una salsa de tomate simple, un tuco (el tuco original no tiene c.arne, yo me enteré de esto porque me lo dijo mi amiga italiana y le creo). cuando se apaga el fuego se le echa a la salsa unos 200 g de mozzarella en rodajas y se deja descansar.
se pelan las berenjenas después de sacarle los tronquitos y se las corta en lonjas. se las rehoga en aceite de coco u oliva, o maiz, se las coloca en una fuente y se cubren con la salsa. ya está! ni horno ni nada. yo pensaba que había que hacerlas como milanesa primero y después la salsa y después hornearlas pero esta receta es muy copada porque ya quién quiere ponerse a hacer platos que requieran tres o cuatro diferentes pasos, ya no da. pero recuerden: todo está en el sazón, en la mano del cocinero, en la pulcritud en todos los detalles, y en la actitud.
3 comentarios:
mi chamana favorita, cocinar es, para mí una suerte de meditación así que la actitud está solucionada, en lo que no le haré caso será con la sal (que evito)pero como me recopan las berenjenas le agradezco la receta y quedo, como siempre, a sus pies.
La besa primamente
Entonces qué? sin sal? guau! lo felicito, eso habla de un paladar refinado que ya no necesita otra cosa que el sabor puro de la naturaleza. Claro, es que nunca se ha contaminado con drogas, ni con alcohol, ni con tabaco, entonces sus papilas están VIRGENESS!
pensando con qué sorprender a la desvigada muchachada este fin de semana en la cabaña...
mmm...oh mi shamana salvadora! los aromas que se sueltan mientras leo me alimentan.
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